Si algo tenemos que destacar de la perla del Danubio además de su espectacular parlamento, son sus famosos baños termales que tanto atraen a los turistas de la ciudad. En Budapest, tenemos una gran cantidad para elegir, pero en este post os vamos a contar cuales son los más conocidos, así como nuestra experiencia particular en uno de ellos.
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Balneario Gellert:
Construido en 1918, se trata de uno de los más conocidos de la ciudad. Muchos son los turistas que acuden a este balneario para poder ver en persona la piscina que tantas ocasiones hemos visto en el anuncio televisivo de Danone.
Sin embargo, exceptuando esta piscina principal, el resto de instalaciones no merecen demasiado la pena.
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Balneario Rudas:
Muy similares a los baños que podemos encontrar en Estambul, están considerados uno de los baños turcos más bonitos del mundo. Construidos a mediados del Siglo XVI, este balneario se ha ido construyendo a lo largo de tres etapas. La última de ellas, una renovación que ha finalizado en el reciente año 2006. La zona más representativa del balneario, es su sala principal, creada en 1566.
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Balneario Széchenyi:
Para nosotros, el más espectacular de Budapest, ademas de ser uno de los centros termales más grandes de Europa. Consta de un total de 15 piscinas, aunque las más recomendadas son las tres que se encuentran en el exterior.¿Queréis conocer la razón? Estar a las 9 de la noche a -5º, bañándote en una piscina a 37º…es algo que no tiene precio. Aunque bueno…prepararos para correr cuando salgáis del agua.
Si a este detalle, le añadimos la belleza de los edificios que rodean a estas piscinas exteriores, la experiencia os resultará todavía más inolvidable.
Este fue el balneario al que fuimos nosotros durante nuestros días en Budapest. Una experiencia inolvidable aunque con algún imprevisto. Por eso mismo, para que no os suceda lo mismo que a nosotros, ¡estad bien atentos!
Pero cuidado!! Antes de entrar a ninguna cabina y dejar vuestras pertenencias allí, deberéis pasar dicha pulsera por la máquina que encontraréis en el mismo pasillo, para que se os asigne el número de cabina correspondiente. Nosotros no nos dimos cuenta, y tuvimos que esperar 1 hora de reloj para que nos abrieran la puerta del vestuario donde habíamos dejado las mochilas!!
Dicho esto, tened cuidado y no dejéis que nada os amargue esta increíble experiencia.
¿Y vosotros? ¿Que otros balnearios de Budapest conocéis?
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