Comenzamos el día muy temprano, pero con muchas ganas!! Por fin, nos íbamos a Londres! Una de las ciudades europeas que más ganas teníamos de visitar.El avión salía a las 10:35 de Madrid, pero antes teníamos que coger desde Zaragoza el autobús que nos llevará hasta el aeropuerto. Como ya habéis visto en los datos prácticos, Ryanair fue la compañía elegida.
A las 12:00 ya habíamos aterrizado, sin embargo, aún teníamos que coger el siguiente autobús de Terravision que nos llevaría a nuestro nuevo destino: ¡¡Londres!!
El autobús nos dejó en la estación Victoria, muy cerca del albergue donde nos íbamos a alojar. Así pues, decidimos ir hasta allí y liberarnos del peso de las mochilas. De paso aprovechar para comernos los maravillosos bocadillos que nos habíamos traído desde España. ¡Que hambre había ya!
Con los estómagos ya llenos, empezamos nuestra ruta. Como en casi todos nuestros viajes, el medio de transporte que usamos fueron nuestras piernas. Económicas y nos llevan donde nosotros queremos. Todo un chollo 😉
La atracción del día iba a ser la National Gallery. Sin embargo, de camino al famoso museo, pasamos por el Palacio de Buckingham, aunque no nos detuvimos mucho tiempo ya que lo veríamos mejor al día siguiente. Aun así, no nos pudimos resistir a hacer unas cuantas fotos.
Llegamos a Trafalgar Square, la plaza donde se localiza el museo, y una de las plazas más animadas e importantes del centro de Londres. Y no es para menos. La cantidad de gente que nos encontramos allí, es una clara evidencia. En el centro de la plaza se alza la majestuosa columna de Nelson, construida en 1843. Se encuentra rodeada de cuatro enormes leones de hierro. Como dato curioso, estos leones están hechos con el hierro fundido de los cañones de «La Armada Invencible» española.
En la parte norte, encontramos el National Gallery, el museo de arte más famoso de Londres y uno de los más conocidos mundialmente. Si nos dan a elegir para visitar, entre el National Gallery y el British Museum, no tendríamos duda en decantarnos por el British Museum. Sin embargo, aprovechando que la entrada al National Gallery es gratuita (como todos los museos en Londres) creemos que no está de más hacer una visita rápida.
Os dejamos un enlace donde podréis descubrir las pinturas más relevantes del museo: Obras imprescindibles. En este post os contamos como disfrutar de la visita y no perderte ninguno de los cuadros más famosos: post National Gallery
Salimos del museo y nos dirigimos hacia uno de los iconos de la ciudad: el Big Ben. Construido en 1858, la torre más famosa de Londres tiene una altura de 106 metros. Como curiosidad, esta denominación no es del todo exacta, ya que el nombre de Big Ben se refiere a una enorme campana de 14 toneladas que se encuentra en el interior de la torre.
Al lado del Big Ben, encontramos el palacio de Westminster, también conocido como el Parlamento. Sus enormes dimensiones y su ostentosa fachada deja a todos los turistas un bello panorama. Sin embargo, no siempre tuvo esta apariencia, ya que en 1834 un incendio destruyó gran parte del antiguo palacio.
Si queréis ver unas vistas privilegiadas del río Támesis, el Big Ben y las casas del Parlamento, una buena opción es subir al London Eye, la noria de 135 metros que se ha convertido, tras su inauguración en el año 2000, en otro de los iconos de Londres. La podéis encontrar en la orilla opuesta del río. Nosotros no subimos ya que el precio nos pareció exageradamente caro, pero si decidís subir, aquí os ponemos toda la información: Tickets y precios
Una vez vista toda esta zona tan representativa de Londres, era hora de volver al albergue a cenar y a descansar para el día siguiente. De camino hacía allí, pasamos por la abadía de Westminster, el templo más famoso y antiguo de Londres, y que casualidad! en ese mismo momento había fila para entrar a misa. Aprovechando que estábamos allí, entramos y así nos ahorrábamos el precio de la entrada que barata no es…
Si entráis de esta manera, tened en cuenta que tan solo veréis una pequeña zona habilitada para ello. Pero en Londres, hay que priorizar en que gastarse el dinero…no queda otra!
Muy cerca del albergue, pudimos ver la catedral de Westminster. ¡CUIDADO! No la confundáis con la abadía, no tienen nada que ver entre ellas. Es una visita curiosa, ya que no estamos acostumbrados a ver catedrales de este estilo, tanto exterior como interior. Para ver la Catedral, lo forma mas sencilla es entrar en horarios de misa, aquí os dejamos los horarios.
Ahora sí, era la hora de regresar al albergue. Estábamos cansados del viaje y mañana nos esperaba un día bastante ajetreado. Londres nos estaba encantando!
Menudo día intenso… pero sin duda de esos en los que uno se va a la cama con la sensación de un labor bien hecha.
Un abrazo
Que ganas tengo también de un viaje a Londres. buenas recomendaciones, sobretodo lo de las piernas!!, jajajaj, si, el caminar es el transporte más barato, pero acabas rendida 🙂
Seguirmeos de cerca todo el viaje a Londres para tomar buena nota!