La ciudad costera de Cascais, situada a solo 30 km de Lisboa, fue una antigua ciudad donde los nobles disfrutaban del paisaje; y en la que ahora, los pesqueros navegan por sus aguas en busca de pescado fresco.
¿Como llegar?
Si deseáis visitar Cascais, lo podéis hacer desde Lisboa. Para llegar a la capital portuguesa, tenéis la opción mediante Easyjet en este enlace: vuelos a Lisboa. Una vez allí, Lisboa está conectado por tren con Cascais en un recorrido de unos 45 minutos. El precio del billete hasta Cascais es de solo 2.15€. Más información de precios y horarios, aquí. Nosotros paramos en Estoril, ciudad próxima a Cascais, para visitar el famoso Casino de Estoril.
Que ver en Cascais:
Comenzamos nuestro recorrido por el paseo marítimo de Estoril, que conecta con el de Cascais. Aprovechando el atardecer, las vistas del mar y de la playa, hicieron de nuestro paseo un bonito recuerdo de Cascais. No será difícil que os encontréis con gente paseando en bicicleta o corriendo, ya que el estado en el que se encuentra este paseo, es perfecto para estas prácticas.
A lo largo del paseo, se pueden observar gaviotas posando en las rocas, junto a pescadores que esperaran con paciencia realizar la captura del día. A medida que nos vamos acercando a Cascais comienzan a aparecer las primeras playas de arena fina, que continúan en todo el paseo hasta adentrarse en la ciudad, en la playa da Conceiçao.
Al llegar a la ciudad, un conjunto de palacios se agolpan en la costa, donde en su día, adinerados nobles pasaban sus veranos, para disfrutar del hermoso paisaje de Cascais.
El centro tiene un gran contraste. De calles estrechas, con casas blancas y suelo empedrado, se pasa a llamativas casas de colores con multitud de restaurantes y bares para los muchos visitantes que tiene la ciudad. El último paso antes de llegar al puerto, es la plaza del ayuntamiento, cuyos adoquines curvilíneos le da a la plaza un aspecto moderno.
Ya junto la costa, se alza la Ciudadela, este complejo militar, defendía a la ciudad de los ataques enemigos. Su muralla muy bien conservada, y los accesos al recinto, hacen posible contemplar la ciudadela en todo su esplendor. Frente a ella, el faro de Santa Marta sigue iluminando a los pescadores que llegan a tierra para descargar la pesca.
Continuando el recorrido, se llega al puerto, lleno de equipamiento de los barcos, cajas de pesca y demás utensilios. En el mar, dos tipos de barcos muy diferentes: los pequeños barcos de pesca fondeados en la mar y atracados en el puerto, y los yates y embarcaciones deportivas que descansan para otros momentos de ocio.
Alrededores:
- Boca do Inferno.
Esta cueva situada en los acantilados, fue formada por la fuerza del oleaje al chocar contra las rocas. Cuenta la leyenda, que un antiguo hechicero, tras ver como su amada se iba con un caballero, abrió una enorme boca que se los trago, de ahí el nombre de Boca del Infierno.
Mas allá de la leyenda, las vistas desde este punto son estupendas y es de visita obligada si os encontráis en Cascais.