La Acrópolis, alzándose sobre todo Atenas y visible desde cualquier punto de la ciudad, es el sitio arqueológico más importante del mundo occidental. Apreciarla de día con sus colores blanquecinos brillando por el sol, y disfrutarlo de noche con sus luces resplandecientes. Simplemente maravilloso!
Podréis acceder a la Acrópolis por dos entradas. por el Teatro de Dionisio o por el Odeon de Herodes Ático. Accedemos por esta entrada principal y lo primero que nos encontramos es el Odeón de Herodes Atico el cual fue construido en el 161 d.C por Herodes Ático en memoria de su esposa. Sorprende ver lo bien que está conservado.
Tras dejar atrás el Odeón llegamos a la entrada monumental a la Acrópolis, los Propileos. Fue construida en 437-432 a.C. En la antigüedad, este era el único acceso a la ciudad alta. A la derecha, se ve el templo de Atenea Niké, perfectamente restaurado.
Atravesamos la puerta principal como si hubiéramos retrocedido miles de años, y la imagen que tenemos ante nosotros nos deja boquiabiertos, estamos ante el monumento que mejor encarna la Grecia antigua, el Partenón. Cuantas veces habíamos visto esta imagen en los libros de texto del colegio, en internet, y en tantos otros sitios, y ahora estamos allí, frente a el.
El Partenón es el mayor templo dórico realizado en Grecia y el único construido en marmol. Está compuesto por 8 columnas en cada extremo y 17 en los laterales, todas ellas curvadas para crear una ilusión óptica. La pena de las vistas que estamos disfrutando son la cantidad de andamios que hay en torno a el para restaurarlo, pero que vamos a hacer…:(
Mientras estáis frente al Partenón, seguro que reconocéis de inmediato seis majestuosas columnas de doncellas que sostienen el pórtico del Erecteión, localizado a mano izquierda de la explanada. Estas seis doncellas son conocidas como las Cariátides, ¡pero cuidado! las originales no son estas, ya que se encuentran en el museo de la Acrópolis que ya visitamos durante nuestro primer día en Atenas. En la parte trasera del Erecteión, está la parte del templo dedicada a Poseidon.
Si continuáis hasta el final de la Acropolis, se puede observar Atenas desde la altura, con el Monte Licabeto de fondo (post vistas desde monte Licabeto), a la izquierda la Agora, y a la derecha el Templo de Zeus.
Salimos de la Acrópolis y nos encontramos una multitud de gente esperando para entrar, así que decidimos bajar de nuevo al Odeón de Herodes Ático y recorrer el antiguo Pórtico o Stoa de Eumenes de 163 metros de longitud hasta llegar al Teatro de Dionisio. Aunque en la actualidad tiene un aspecto de teatro pequeño, en su esplendor en el siglo VI a.C tenia capacidad para nada menos que 17.000 personas!! A pesar de que solo se conserva el primer graderio y la balustrada que delimitaba la orchestra, es fácil imaginarse a lo largo de la pendiente de la colina el tamaño que alcanzó.
Aquí terminó nuestra visita a la Acrópolis cuya visita es indispensable si estáis en Atenas. Pero esto no acaba así. Nosotros no nos gustan mucho los museos, pero en este caso os recomendamos que no os vayáis sin visitar el museo de la Acrópolis situado frente a la entrada del teatro de Dionisio (post visita museo de la Acrópolis)
Gracias por tan didáctico recorrido. Amo Grecia. Saludos. Dario de Argentina.