Si hay un lugar en Budapest que no nos podemos perder, es el Parlamento. Este es el punto donde vamos a comenzar nuestro tercer día, para acabar con el momento más relajante del viaje. ¿Os imagináis donde?
Comenzamos nuestra ruta recorriendo la orilla del río Danubio hasta llegar al Parlamento. Se trata del edificio más grande de Hungría, extendiéndose aproximadamente 268 metros por el Danubio. Este conocido edificio, fue diseñado en 1885 por Imre Steindl, posiblemente inspirado en el palacio de Westminster en Londres.
Su interior es igual de fascinante. El Parlamento consta de 700 estancias, sin embargo en la visita guiada tan solo se pueden ver unas pocas estancias, entre ellas la sala de la Cúpula donde se exhibe la corona de San Esteban o la sala del Congreso.
Salimos del Parlamento y tenemos la suerte de encontrarnos el cambio de guardia en la plaza Kossuth.
Abandonamos el Parlamento de Budapest y nos dirigimos al monumento de los zapatos en el Danubio, localizado a la orilla del río. Se trata de un homenaje a los judíos húngaros fusilados y arrojados al río por el partido fascista Cruz Flechada, en 1944.
Nuestro siguiente punto en el mapa para visitar, será la Basílica de San Esteban. De camino hacia allí os recomendamos pasear tranquilamente por todas las calles y descubrir rincones y edificios de la ciudad que no os esperaréis encontrar. Son los casos del Banco Nacional de Hungría y la Real Caja Postal de Ahorros, dos ejemplos de joyas arquitectónicas secesionistas en la ciudad.
Llegamos a la Basílica de San Esteban, la iglesia católica más importante de Hungría ya que en ella encontramos la mano momificada del patrón del país. La fachada de la basílica está liderada por dos grandes campanarios y la cúpula de 96 metros de altura, con estatuas de los cuatro evangelistas en sus nichos. Si lo deseáis, podéis llegar hasta lo más alto y ver bonitas vistas desde aquí, aunque al mejor mirador de la ciudad, iremos al día siguiente (post vistas desde colina de Gellert). La subida se hace en ascensor, finalizando con 40 peldaños.
El interior de la basílica es algo oscuro y deprimente. La principal atracción es la capilla de la Santa Diestra donde se encuentra la mano momificada de San Esteban.
Se acerca la hora de comer, y nos dejamos guiar por recomendaciones de la guía Lonely Planet. No fue mala decisión ya que el restaurante que elegimos era bueno y económico. Os dejamos la opinión del restaurante en el post datos prácticos
Con las pilas cargadas, continuamos nuestra ruta. Los bonitos edificios de la ciudad y sus rincones nos estaban cautivando. Llegamos a la Casa del Terror, un sorprendente museo donde se encontraban los cuarteles de la policía secreta ÁVH. En el museo conoceréis los crímenes del régimen fascista de Hungría y podréis visitar las reconstruidas celdas. Toda la información del museo está en inglés.
Salimos de la Casa de Terror y nos dirigimos hacia la Plaza de los Héroes. Para llegar hasta allí, deberemos seguir recto por la avenida Andrassy. A pesar de tener que andar un rato hasta llegar allí, se agradece conocer esta preciosa avenida que está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Los edificios que os encontraréis a vuestro paso por esta, son de los que quitan el hipo.
Llegamos a la plaza de los Héroes, la plaza más grande y simbólica de Budapest. En los laterales, encontramos los dos museos de arte más importante de Pest, el museo de Bellas Artes y el Palacio del Arte.
Desde esta plaza podemos acceder al parque de la Ciudad, el pulmón verde de Pest. Paseando por este parque, encontraréis el castillo Vajdahunyad y la estatua a anónimo. Sin embargo nosotros dedicamos algo más de tiempo para pasear por el parque y descubrir otros lugares, antes de ir a relajarnos de este intenso día, a los Baños Szechenyi.
Los baños Szechenyi data de poco antes de la I Guerra Mundial. Estos baños destacan por su inmensidad, por su ambiente y por lo caliente que está el agua, ya que alcanza los 38º. De estos baños os hablamos en este post (post aqui) donde os damos algún consejo para que no os ocurra igual que a nosotros, que por una confusión, estuvimos más de 1 hora intentando encontrar ayuda por parte de algún trabajador. A pesar de este problema, os recomendamos pasar unas horas de relax en sus piscinas.
Después de más de dos horas relajándonos en los baños, salimos para volver al hostal. Al día siguiente nos marchamos ya de Budapest y todavía tenemos que hacernos las maletas. Queremos aprovechar nuestras últimas horas en el bello Danubio antes de coger el avión de regreso. Pero eso será al día siguiente. De momento a dormir y a asentar todo lo que habíamos visto durante este día. ¡Que preciosidad de ciudad!
Apasionante ciudad y muy bien relatada. Nosotros no vimos el cambio de guardia frente al parlamento como vosotros, pero si el cambio de guardia de la corona de San Esteban.
Un saludo
Carmen