Esta preciosa villa cántabra, es conocida por sus tres mentiras: ya que ni es santa, ni es llana, ni tiene mar. Pasear por su centro histórico intacto a pesar del paso del tiempo, visitar la colegiata, y muchas otras cosas que harán que no olvides tu visita a Santillana.
Era nuestro primer viaje juntos y por esta razón estábamos deseando llegar a nuestro destino, Santillana del Mar. Y por fin, después de unas cuantas horas de autobús y tren, allí estábamos!
Nada más llegar al hotel, comimos rápidamente lo que llevábamos de casa y nos pusimos en marcha. Estábamos ansiosos de salir a pasear por el pueblo.
Si algo recomendamos a la hora de visitar Santillana, es dejarse perder por sus calles empedradas y de esta forma, conocer muchos rincones con gran encanto.
Muy cerca de la plaza principal de Santillana, encontramos el Museo de la Tortura. En este museo encontramos una exposición de instrumentos de tortura, castigo y humillación utilizados durante la Inquisición. Ver todos esos instrumentos y ver como eran utilizados, ponen los pelos de punta…
Salimos del museo, un poco impresionados por las crueldades de aquella época, y nos dirigimos a la plaza donde encontramos la Colegiata de Santa Juliana. Tiene su origen a mediados del siglo XII, aunque actualmente no se conservan restos del monasterio primitivo. De la colegiata cabe destacar su retablo mayor realizado entre el siglo XV y XVI.
Desde aquí, seguimos callejeando hasta llegar a la plaza Mayor donde encontramos el Ayuntamiento y una escultura de un bisonte, la torre de Don Borja y las casas del Aguila y la Parra.
Para acabar, vimos el museo diocesano Regina Coeli, el cual expone una colección de imágenes y objetos religiosos desde el siglo VI hasta nuestros días. En el caso que no tengáis tiempo suficiente, no recomendamos la visita ya que no deja de ser como cualquier otro museo diocesano.
Muy cerca de Santillana, podréis ver la cueva de Altamira. Esta visita nosotros la dejamos para el día siguiente para poder dedicarle más tiempo. En otro post os contaremos todos los detalles para poder visitarla.
Y hasta aquí la visita a Santillana del Mar. Una villa en la que merece la pena perderse un día por sus rincones y callejuelas.
Ruta recomendada
Qué bonito!!
Me ha traído muy buenos recuerdos vuestro recorrido, estuve en Santillana hace unos 20 años!!! Viendo vuestras fotos me han entrado ganas de volver 🙂
Un saludo viajeros!!
Que buen paseo. increíble lo del museo de la tortura. Ya hemos visitado unos cuantos a lo largo de España.
Tenemos una asignatura pendiente con Cantabria, gracias por recordárnoslo con este post!
Saludos!