Llega el día de viajar a la bella del Danubio!! El avión sale a las 7 desde Barcelona, y en poco más de 3 horas llegamos al aeropuerto de Budapest. Todavía tenemos todo el día por delante para empezar a descubrir la preciosa capital de Hungría.
Una vez en el aeropuerto, cogimos el bus 200E que nos llevará a Budapest, tal y como os comentamos en el post de datos prácticos. No podemos comenzar el viaje de mejor manera que saliendo de la boca del metro en la calle Battahyani y encontrarnos de frente con el precioso Parlamento. Desde aquí encontraréis una de las mejores vistas, ¿no creéis?
A pocos minutos de aquí se encuentra la zona del Castillo de Buda. El recinto amurallado consta de dos partes: el casco antiguo donde vivía la plebe en la Edad Media, y el Palacio Real, pero esta zona la dejaremos para el próximo día. El lugar más espectacular de esta zona es el Bastión de los Pescadores.
Fue construido como mirador en 1905 y desde aquí se pueden contemplar unas preciosas vistas de la ciudad. Y os preguntaréis el porque de este nombre. La razón de recibir este nombre es porque eran los pescadores los responsables de la defensa de este tramo de muralla.
En esta misma plaza encontraréis la iglesia de Matías, característica por sus coloridas tejas de porcelana del exterior. Pasamos por la taquilla y entramos en su interior.
Igual de peculiar y bonito es su interior, con fabulosos frescos y pinturas. Incluso podréis ver una replica de la corona real, expuesta en el Parlamento.
En una esquina de la iglesia encontraréis unas escaleras para acceder al Oratorio Real y a la colección de arte eclesiástico, aunque lo que realmente merece la pena es la vista de la iglesia desde lo alto.
A las 15.00 habíamos quedado con la propietaria del hostal para hacer el check-in así que nos dirigimos hacia allí. De camino, empieza a llover!! no puede ser!:(
Sin embargo, las mochilas y los paraguas no nos impiden disfrutar de uno de los puntos clave en Budapest, el puente de las Cadenas. Inaugurado en 1849, fue el primer enlace permanente entre Buda y Pest.
Llegamos al hostal (opinión en el post datos prácticos) y tras dejar las mochilas y reposar unos minutos nos disponemos a continuar descubriendo más pedacitos de Budapest. Sin embargo…salimos a la calle ¿y ya es de noche? ¡¡Apenas son las cuatro!! Viendo que ya ha oscurecido y muchos sitios ya están cerrados, hacemos un cambio de planes y volvemos de nuevo sobre nuestros pasos para disfrutar de las vistas desde el Bastión de los Pescadores con todo iluminado. Tenemos un rato andando hasta allí, pero merece la pena ¿no?
Y ahora viene la sorpresa del día, y es que eso es lo que fue para Fran. Aprovechando que Reyes había sido hacía unos días aproveché el viaje a Budapest para regalarle un crucero nocturno por el Danubio. Por la cara que puso creo que acerté y le gustó 😉 Hay distintas compañías que hacen cruceros por el río, pero después de comparar algunas, finalmente la elegida fue «Legenda«. En su página web tenéis toda la información de horarios y precios.
Una vez a bordo, mientras navegáis por el río disfrutando de las vistas, podréis ver un vídeo con todas las explicaciones de cada uno de los puntos clave de Budapest. Además, tenéis la opción de verlo en español. Un detalle que tiene la compañía es que el crucero incluye una copa de champan o un refresco gratis para disfrutar a bordo.
¿Que mejor manera de acabar el día que brindando por las preciosas vistas que estamos viendo?
Budapest es una de mis ciudades favoritas, ¡me encanta! Hablas en tu post de algunos de mis lugares favoritos: el Bastión de los pescadores, el Parlamento. Por cierto qué chula te ha quedado la foto del Puente de las cadenas
Preciosa ciudad, uno de mis lugares pendientes, seguro que de noche es una maravilla con todos los edificios iluminados, saludos
Muy buena información y muy práctica. A mi lo que más me gustó de Budapest fueron sus balnearios, algunos de ellos históricos. Los fines de semana suelen ser mixtos todos ellos y entre semana suelen alternar días o horarios para solo hombres o solo mujeres.